viernes, 15 de mayo de 2009

Las 2 formas de ver los 165 años de Guardia Civil: desde el pasado y desde el presente

El día 13 se publicó un artículo en ABC titulado Instituto, gloria a ti, al que hay que reconocerle su capacidad historicista, no muy sintética eso sí, que nos trasladaba a la arcadia feliz del XIX. Sin duda muchos han sido los pensadores que han concluido que en la vertebración de España tuvo un papel destacadísimo la Guardia Civil, hasta el punto que, en los lugares de España donde hoy en día existen tensiones centrífugas (no sólo terroristas), el papel jugado por el Cuerpo sigue siendo permanentemente cuestionado y cualquier actuación de sus miembros es sometida a un análisis mediático y en ocasiones político que podría calificarse de inquisitorial, y que se hace desde la tensión anti-jacobina más o menos soterrada. Lo que nos puede poner en la pista de que sigue jugando ese importante papel vertebrador.



Dicho esto es preciso hacerse algunas preguntas. ¿Por qué los miembros en activo del Cuerpo no han reparado en la efemérides? Realmente algunos lo hicieron, como la AUGC-COO en:¿Ha de volver la Guardia Civil a sus esencias decimonónicas?. Pero desde otro punto de vista, diametralmente opuesto al del ABC. Seguramente porque no se puede vivir en el pasado, el triunfalismo es decadencia, mientras que los puntos de vista críticos son avance.



El que quiera contrastar los 2 artículos tiene los enlaces ahí y no queremos ser los exégetas que manipulen el punto de vista de un lector inteligente. Solo queremos reparar en una afirmación de la Tercera del ABC, la que dice: "La doble dependencia y la naturaleza militar, esencia de su orden interno, están ligados a su concepto de obediencia y lealtad al poder legalmente constituido, alejamiento de posiciones o tendencias políticas, con absoluta neutralidad y respeto a la Ley". Puede que sí, sobre todo en el pasado, tal vez la doble dependencia y el carácter militar tuvieron en su momento esas potencialidades, sin embargo, en los últimos lustros el carácter militar puede haber constituido en ocasiones una mordaza para no permitir que los miembros del Cuerpo gozarán de la plenitud de sus derechos constitucionales. De tal forma que se ha llegado a la paradoja que quien tiene que velar por esos derechos para todos los españoles no constituye de facto sujeto de los mismos.



Una cierta indefensión que se manifiesta en sentencias recientes. Por eso desde AUGC se lleva tiempo debatiendo no si ese carácter militar introduce negatividades en el Cuerpo, sino que el carácter militar no puede ser la coartada para la represión de derechos y libertades de un sector de una sociedad democrática avanzada, un sector que es, en última instancia, el brazo ejecutor del depositario del monopolio legal de la violencia del estado, como pensadores del XIX ya definieron.



Y en ese debate que se está realizando contemporáneamente en el primer foro plenamente democrático del Cuerpo: el Consejo de la Guardia Civil. AUGC ha puesto sobre la mesa, entre otras cosas, la necesidad perentoria de la integración de las 4 escalas de oficiales de la Guardia Civil, desde parámetros de justicia y equidad, teniendo como meta de medio y largo alcance conseguir una oficialidad más cohesionada, preparada y profesional. Lo que será un requisito indispensable para conseguir que la Guardia Civil del siglo XXI sea más un Cuerpo más moderno, eficiente y con una mayor calidad de vida para sus miembros.


Un Cuerpo donde la modernidad no radique en esa dualidad que sólo la fe la hace comprensible a los iniciados, sino en una entrada definitiva en el III Milenio de la era cristiana y en la democracia inaugurada hace más de 30 años.

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