jueves, 18 de junio de 2009

Un hombre, un voto. ¿De verdad?

Principio democrático universal es que en unas elecciones todos los votos valen lo mismo. Sin embargo, ¿es así en la Guardia Civil?


Recapitulando sobre nuestra andadura hacia la unificación: se viene solicitando buscar el grado de consenso más importante en esta primera ley que saldrá del debate del Consejo, pero cada día más nos preguntamos si vale para algo porque el comunicado que sacaron adelante AUGC y UO significa que: el 72 % de los votos de los oficiales están de acuero con ese comunicado, pero es más, probablemente más del 75 % de los oficiales del Cuerpo estarían de acuerdo con el mismo.


De ese 75 % la gran mayoría probablemente piensa que es un acuerdo de mínimos que es bueno aceptar porque es democrático, porque es fruto del consenso y consigue la integración menos mala posible; También pensarían que es una integración injusta que:


  • Beneficia a los miembros de ESO en empleos superiores a Capitán.

  • Que la posibilidad de que cualquier oficial pudiera acceder al curso de CACES por concurso-oposición se ha caído.

  • Que la posibilidad que cualquier oficial desde Comandante pudiera aspirar a Coronel por concurso-oposición se ha caído.

  • Que..., podríamos añadir bastantes más ítems.

Lo cierto es que se optó por un acuerdo de mínimos para intentar una integración menos discriminadora que la que se presentó en un primer momento.


Ahora tenemos los dedos cruzados porque:

  • No podemos ceder mucho más estamos en el límite.

  • Hemos consensuado y hemos tratado de consensuar con todos.

  • Esperamos que no sea el 28 % de los votos o la opinión de 1/4 de los oficiales los que decidan: las minorías no pueden ser ignoradas, pero esperamos que no estemos ante la dictadura de una minoría capacitada para pisotear a la mayoría, porque sino todo se habrá quedado en un simulacro de democracia.

Cruzemos los dedos y repitamos nuestro karma:



  1. Eliminación de la formación en sede de la Academia Militar del Ejército de Tierra (Zaragoza) para oficiales de la Guardia Civil y formación policial y militar completa en las Academias de la Guardia Civil, al igual que el resto de oficiales.

  2. Los alféreces, con carácter previo a la integración, ascenderán al empleo de teniente, sin que implique cambio de destino. No se trata sólo de de una cuestión económica (pasar del grupo A-2 al A-1), se trata de dignidad profesional. La antigüedad de todos los tenientes se incrementará con el tiempo que hayan permanecido en el extinto empleo de alférez.

  3. Una vez se produzca el paso anterior, la integración para todas las escalas será a partir del primer empleo de cada escala, el de teniente y la referencia será la antigüedad en el empleo.

  4. Los tenientes con, al menos, 7 años de antigüedad en su escala, se integrarán con el empleo de capitán, escalafonándose a continuación de los que ya ostententaban el empleo de capitán.

  5. En la nueva escala, los tenientes ascenderán en cualquier caso a capitán cumplidos 5 años en el empleo.

  6. Aquellos capitanes que, quedándoles menos de 5 años para el pase obligatorio a la reserva, y que soliciten voluntariamente su pase a esta situación lo harán con el empleo de comandante, siempre que lo soliciten dentro del primer tercio del tiempo que le reste para pasar a la reserva. Conservarán las retribuciones íntegras hasta la fecha de pase a reserva por edad.

  7. A los Oficiales procedentes de la antigua escala única (1998) que por la segregación de las escalas vieron modificadas sus posibilidades de ascenso, con ánimo de reparar el agravio que produjo dicha separación de escalas, a su pase a la situación de reserva por edad se les reconocerá el empleo honorífico superior.

  8. No han de existir complementos formativos como requisito previo a la integración. En los casos en los que, una vez en la nueva escala, se vaya a desempeñar otras funciones esencialmente diferentes a las que se viene ostentando, se requerirá previamente un curso de formación de actualización y reciclaje.

A quien corresponda...II

La desilusión, la frustración que se está extendiendo entre las escalas de oficiales que no pertenecen a la ESO se está articulando en dos grupos de factores:

  • Unos endógenos. Cuando no son tenidas en cuenta las reivindicaciones de la mayor parte de los oficiales de la Guardia Civil, articuladas en los portavoces legítimamente elegidos, las asociaciones, que a su vez han realizado el ejercicio tan saludable de canalizar las mismas, reduciéndolas a su mínima expresión en el comunicado conjunto presentado hace 2 semanas, entonces... el desconsuelo se multiplica.
    De repente hay oficiales que se empiezan a sentir diferentes, más que diferentes inferiores, porque entreven que no todos los oficiales son iguales. Que hay oficiales de 1ª y de 2ª clase. Y que los que están "a pie de obra", los que realmente prestan servicio a los ciudadanos tal y como preve la CE son los parias.
    De ahí a pensar que si el corporativismo de la oficialidad del Cuerpo no alcanza a todos los oficiales, a lo mejor el Cuerpo tal y como han visto, defendido y perpetuado en todos los años de su ejercicio no es el que realmente desean. Que tal vez sea preciso reconstruirlo desde sus cimientos para tener un edificio capaz de albergar por igual a todos, sin más diferencias que las que surjan del quehacer diario y de los méritos y deméritos que se acumulen en ese trabajo cotidiano.
  • Al mismo tiempo aparecen factores exógenos que pueden coadyuvar a incrementar la tensión que generan los factores internos e incrementar una posible ruptura del Cuerpo. Hay que tener en cuenta que en época de crisis las salidas son rupturistas, que el gobierno actual ha incluido en su programa en muchas ocasiones una desmilitarización del Cuerpo. Desmilitarización que desde importantes agentes sociales (como CCOO) se está reivindicando abiertamente. Si a ello sumamos que en el Cuerpo hermano cada vez parecen ver más necesaria la unificación como única fórmula de conseguir superar la discriminación de las policías estatales frente a las autonómicas, tenemos un auténtico pandemonium rupturista.


De ahí el título de nuestras últimas entradas. Si la cúpula del Cuerpo no es capaz de ver que, para que siga existiendo el Cuerpo tal y como lo hemos concebido, es preciso realizar una unificación de las escalas de oficiales capaz de aportar un grado de cohesión tal que, en menos de 5 años, resulte intrascendente saber la anterior escala de procedencia de cada cual: se estarán confundiendo enormemente, es decir, tenemos un grave problema.

La única fórmula aceptable para que de resultado es aceptando el planteamiento de mínimos que, hace poco más de 10 días, en forma de comunicado, le han trasladado las asociaciones que mayoritariamente representan a las escalas de oficiales .

lunes, 15 de junio de 2009

La integración y sus actores

Ahora que han pasado 3 meses, aunque realmente ha sido más de 1 año, desde que nos asomamos al vértigo del proceso de unificación, puede ser un buen momento para recapitular y evaluar de alguna forma a sus actores:


  • En primer lugar como no podía ser de otra forma a los que llevan el timón: la Subdireción de Personal. A pesar de que desde el primer momento, desde la Comisión de Oficiales de AUGC, siempre manifestamos nuestro desacuerdo con la mímesis de nuestra Ley de Personal con la 39/2007, de la carrera militar, de alguna manera nos ha ido sorprendiendo progresivamente con la capacidad de diálogo que, sobre todo, el Subdirector de Personal ha mostrado.
    Efectivamente ha empleado el tiempo que tenía y el que no en sondear, dialogar y tratar de alcanzar acuerdos con todos los sectores implicados. Ya sabemos que tratar de llegar al entendimiento con todas las sensibilidades implicadas es difícil, pero más difícil es si no se conocen de antemano y la única herramienta eficaz para hacerlo es, sin duda, el diálogo democrático. Por ello enhorabuena.
    No quiere decir, ni mucho menos, que compartamos sus posiciones. Sin duda sus presupuestos están demasiado impregnados de la legislado en las FAS, sin dar cabida suficiente a la singularidad del Cuerpo: único Cuerpo de carácter militar desplegado en la nación, para realizar funciones civiles con una profesionalidad desde los empleos más bajos que no se alcanza en las FAS. Pero lo realmente importante es que haya diálogo, consenso y acuerdos.

  • Las asociaciones. Realmente el camino iniciado es nuevo, incierto y desconocido. Sin embargo en su mayor parte lo están abordando como cabía esperar con la mayor paciencia, capacidad de negociación y, en ocasiones, aceptando condiciones mínimas para intentar que la aventura democrática del Cuerpo no naufrague nada más empezar. En particular hay que felicitarse de como las asociaciones que mayoritariamente representan a los oficiales del Cuerpo han llegado a consensuar un comunicado conjunto, en el que renunciando a parte de sus programas, se comprometen con un proyecto de mínimos que busca darle una posibilidad al consenso democrático capaz de propiciar una escala de oficiales unificada cohesionada, moderna y eficiente, que es la que precisa el Cuerpo. Por ello también enhorabuena para las asociaciones.

  • Mención aparte merece la Agrupación, asociación de hecho que no de derecho es una incógnita permanente: como nunca tuvo programa es difícil saber que busca. Como ya dijimos en otra parte se trata de la asociación que sin existir ha sido la más homogénea e impenetrable. La que sin programa ha arrasado entre sus electores ...
    En ocasiones todo parece indicar que és la única asociación corporativa existente. Mientras las asociaciones propiamente dichas buscan la mejora general del Cuerpo con guiños sectoriales puntuales, la Agrupación no parece buscar otra cosa que la mejora de un sector, mejor dicho la continuidad en una situación de privilegio de un sector. Por ello, a diferencia de a los dos grupos anteriores creemos que no podemos felicitar a éste.
    Es más en instituciones democráticas este tipo de agrupaciones no suelen resultar saludables para la continuidad democrática del sistema porque prescinden de sus presupuestos básicos: publicidad en sus reivindicaciones, incapacidad de alcanzar consensos negociando a la baja sus pretensiones y, como se puso de manifiesto en la campaña electoral al Consejo, empleo de fórmulas sectarias en la transmisión de su mensaje a la posible clientela.

A quien corresponda...I

Difinitivamente se puede decir que el trámite de debate interno de la nueva Ley de Personal del Cuerpo ha acabado, aunque de forma poco clara el grupo de trabajo va a continuar trabajando el borrador

Sin miedo a equivocarnos la Ley de Personal nueva es en gran parte la de la reorganización de las escalas de oficiales. Desde esa perspectiva vamos a evaluar el proceso.

Por primera vez en el Cuerpo los grandes afectados por la reforma en ciernes han podido participar y dar sus puntos de vista canalizándolos a través del nuevo foro democrático del Consejo. Los afectados, los oficiales, han tenido un début dispar en el debate democrático.

Por una parte U.O. y A.U.G.C., demostrando una gran cintura política, han sido capaces de llegar a un consenso y entendimiento en el más genuino quehacer demócrata. Por contra A.E.D.E.S. no ha estado dispuesta a moverse un centímetro. Su propuesta rompedora con el borrador propuesto por la subdirección de personal trataba a toda costa de preservar sus privilegios de la última decada. Sintetizando su propuesta consiste en crear una nueva escala de oficiales ex-novo y conservar las 4 existentes en estadio de extinción, de esa forma se aseguran que todo cambie para que permanezca igual y, quién sabe, si dentro de 10 años retomar la reforma arrimando el ascua a su sardina.

Hasta ahí lo conocido, lo que es más o menos explícito para quien haya querido mantenerse informado.

Sin embargo hay una realidad menos conocida, más visceral. Con la unificación de escalas se han creado una serie de expectativas de la que nadie parece haberse dado cuenta de su potencia. En efecto, todos los oficiales no encuadrados en la ESO han creído ver la posibilidad de que se produjera una integración justa, sin discriminaciones y basada en el único presupuesto de que todos los oficiales del Cuerpo son iguales, que sólo los méritos en el trabajo diario y ese propio trabajo diario los hace diferentes.

Tal y como está acabando el trámite interno se muestran desilusionados. Una corriente de descontento está recorriendo la oficialidad del Cuerpo. Lo que era una leyenda urbana se ha transformado en una evidencia contrastada: existe la sangre azul y tratan por todos los medios de preservar una posible contaminación con los sangre sucia (que daño has hecho Harry).

Esa desilusión está creciendo hasta límites insospechados, porque como en toda leyenda el mitos está dejando paso al logos. Si lo único que les importa es preservar el status quo, entonces no existen valores, esencias, vocaciones u otras zarandajas. Es decir, se está empezando a extender la certidumbre de que todas esas grandes palabras sólo fueron los subterfugios con los que tener amordazados a los guardias, suboficiales y resto de los oficiales para preservar la situación de privilegio de una casta.

¿Creen posible mantener la situación anterior cuando las máscaras se han caído?

martes, 9 de junio de 2009

Houston tenemos un problema...II

No hemos sido testigos directos, pero todo apunta a que el pleno de ayer ha sido poco edificante. Las escalas de oficiales no se ponen de acuerdo:
  • Unos porque quieren seguir conservando una posición de privilegio que no tiene cabida en una sociedad democrática avanzada.
  • Otros porque, de alguna manera, aspiran a una revancha sobre los anteriores, revancha de los años de preponderancia de los primeros.


En cualquier caso se puede decir que las escalas de oficiales no están siendo capaces de entablar un diálogo constructivo que evidencie el carácter democratico del Cuerpo.

El ejemplo que se proyecta es nefasto porque la disciplina del Cuerpo ha de ser ante todo democrática y con esos mimbres ¿qué se puede vender a las escalas subordinadas?


Ahí radica el problema: si la democracia no tiene cabida en las escalas de oficiales, a lo peor no tiene cabida en el Cuerpo. No podemos permitirnos una policía que, independientemente de que respete las leyes democráticas y sea democrática, no lo parezca.


Por lo que se puede inferir que, tal vez, la reivindicación de desmilitarizar el Cuerpo y la de unificarse con la Policía Nacional que años atrás constituyeron una aspiración prioritaria en las escalas más bajas, constituye ahora la aspiración subconsciente e involuntaria de las escalas de oficiales.


En definitiva una serie de paradojas se están encadenando y probablemente acaben (como toda buena paradoja) destruyendo a su sujeto, paradojas como:

  • Que para conservar unos privilegios de origen militar no haya otra vía que desmilitarizar.
  • Que el radicalismo haya alcanzado a algunas agrupaciones y asociaciones, de tal forma que, ahora mismo, AUGC se tenga que convertir en el único elemento estabilizador: el antiguo foco de disidencia se constituye ahora en la única fuerza centrípeta capaz de evitar que el Cuerpo se rompa desde sus escalas de oficiales.


Estas inferencias nos hacen insistir, a pesar de nuestro pesimismo actual, en nuestro empeño. La Comisión de Oficiales de AUGC, y todo AUGC, perseverará en conseguir una integración de las escala de oficiales justa, sin discriminaciones capaz de evitar que el Cuerpo se rompa. Entre otras cosas porque para AUGC el Cuerpo es nuestro, lo queremos mejorar, pero no destruir y, ahora mismo, el peligro es la falta de cohesión entre sus oficiales.


No tenemos el bálsamo de Fierabrás (pócima mágica capaz de curar todas las dolencias del cuerpo...), pero creemos en una unificación basada en hacer tabula rasa, asumiendo los déficits de cada una de las 4 escalas, capaz de aprovechar las ventajas de cada una y construir una nueva escala única cohesionada, preparada y profesional. Las premisas para ello son:

  • Las que este comunicado ha dejado fuera: no cuestionar el status quo en los empleos más altos de la oficialidad, cambiar las incongruencias del Cuerpo para que su esencia permanezca.
  • Tratar de conseguirlo desde el máximo exponente democrático: el diálogo como forma de alcanzar el consenso.
  • Buscar, ante todo, el progreso del Cuerpo, no la cicatería de unos intereses de grupo que sólo contribuyan a mejoras sectoriales parciales y no a la global, porque:
  • El privilegio no es aceptable, todos hemos de ser iguales en derechos en origen, sólo más tarde, haciendo valer méritos y esfuerzo personal, se pueden alcanzar logros distintos. Porque no es un hombre más que otro si no hace más que otro. Hasta ahora la máxima de Don Quijote nunca estuvo presente en el Cuerpo: hemos de darle cabida.

lunes, 8 de junio de 2009

LA SINERGIA DE LA INTEGRACIÓN DE ESCALAS O LA FÁBULA DEL DESCONCIERTO

Érase una vez una fábula que se pone de ejemplo en las clases más renombradas de gestión de empresas. Eran dos burros atados por una cuerda larga y era que los pesebres de cada uno distaban más, de tal manera que obstinados cada burro tiraba para su lado sin que ninguno consiguiera comer. A esto es a lo que recuerda el desconcertado encuentro del Consejo de la Guardia Civil del día 8 de junio, donde se trataba el asunto estrella: de cómo hacer de cuatros escalas segregadas de oficiales, una. Representante de la escala de oficiales y técnicos, por un lado, y representante de las escalas superiores, por otro, tiraban con todo su ahínco en arrimarse al pesebre, en el sentido figurado, que constituye el escalafón de la nueva escala.
No ha por donde la sinergia de los oficiales este día no implicaba cooperación, ni siquiera conseguir sentar los cimientos para los jefes y mandos que queremos para el futuro inmediato de la Guardia Civil.

La práctica nos demuestra que perseguimos objetivos comunes: oficiales cohesionados, en paz y armonía, preocupados PRINCIPALMENTE por dirigir las necesidades de seguridad pública que tienen nuestros ciudadanos. Pero cada uno tira al pesebre que tiene más cerca, en sentido figurado de nuevo, que el pesebre es el escalafón de la nueva escala.
Nada de vista larga, y mucho menos paso corto. Si ambos son contumaces en el pesebre de su escala, ninguno conseguirá, como dice la ciencia de la gestión, llegar a su objetivo. Sin embargo, la integración puede conseguirse si ambos comen en el mismo pesebre, acercándose primero uno al otro, y después comer en el segundo pesebre, acercándose el otro al uno.
En este sentido, pobre el administrador de los burros, que teniendo zanahorias no puede premiar a unos ni a otros con tremenda fábula de desconciertos.


Houston tenemos un problema... I

Llevábamos semanas a la espera pero esto no avanzaba, por momentos parecía retroceder, por eso hemos mantenido un silencio cómplice, tratando de dar espacio a la negociación y conseguir la esperada unificación, justa y sin discriminaciones.

Ante una situación completamente estantacada hemos decidido continuar en la misma línea, pero cambiando el ritmo
El primer paso se ha dado las 2 asociaciones que representan democrática y mayoritariamente a las escalas de oficiales han aunado esfuerzos y después de un duro trabajo negociador han consensuado un comunicado de mínimos con las propuestas para la unificación.

Parecía la opción más sensata, buscar unos mínimos acuerdos para que el proceso continuara al mismo tiempo que poníamos en práctica el "abc" de la democracia: diálogo y consenso.

Desgraciadamente los resultados esperados no se han alcanzado. Como ha puesto de manifiesto la reunión del pleno del Consejo de hoy, dedicada en gran parte al tema de la unificación, no parece que se vaya a alcanzar una posición de consenso mayoritario que consiga que democracia y Guardia Civil puedan ser conceptos que puedan ir unidos.

El presupuesto que desde el minuto cero ha determinado nuestro quehacer asociativo era conseguir un proceso unificador que fuera justo y que orillara discriminaciones que habían durado demasiado tiempo. El objetivo era una integración capaz de alumbrar una escala homogénea, compacta y cohesionada. Sin embargo hoy somos pesimistas y parece que avanzamos hacia un proceso centrifugador capaz de dar al traste con algo más que la unificación.

Lástima, porque a lo mejor hemos estado confundidos, porque a lo mejor no es esta la unificación que puede acabar con desigualdades heredadas del pasado; tal vez la unificación de escalas, o mejor dicho la no-unificación de escalas esté allanado el camino hacia otra unificación más amplia, la de los 2 Cuerpos de policía estatales.

sábado, 6 de junio de 2009

COMUNICADO CONJUNTO PARA UNA INTEGRACIÓN JUSTA DE LAS ESCALAS DE OFICIALES DE LA GUARDIA CIVIL






Madrid a 3 de junio de 2009


Las asociaciones AUGC y UO, en defensa de los intereses de los oficiales, han llegado a un acuerdo para plantear una propuesta conjunta para la Integración justa de todas las Escalas de oficiales en el seno del Consejo de la Guardia Civil. A pesar del escaso tiempo que se ha dado a las asociaciones para poder estudiar y elaborar una alternativa al borrador, AUGC y UO, mayoritarias dentro de las escalas de oficiales, han considerado necesario unir sus fuerzas para una integración en igualdad de oportunidades para todos.


Por este motivo ambas asociaciones acuerdan hacer público el acuerdo alcanzado para la defensa de los intereses de los oficiales en los siguientes términos:


  1. Eliminación de la formación en sede de la Academia Militar del Ejército de Tierra (Zaragoza) para oficiales de la Guardia Civil y formación policial y militar completa en las Academias de la Guardia Civil, al igual que el resto de oficiales.

  2. Los alféreces, con carácter previo a la integración, ascenderán al empleo de teniente, sin que implique cambio de destino. No se trata sólo de de una cuestión económica (pasar del grupo A-2 al A-1), se trata de dignidad profesional. La antigüedad de todos los tenientes se incrementará con el tiempo que hayan permanecido en el extinto empleo de alférez.

  3. Una vez se produzca el paso anterior, la integración para todas las escalas será a partir del primer empleo de cada escala, el de teniente y la referencia será la antigüedad en el empleo.

  4. Los tenientes con, al menos, 7 años de antigüedad en su escala, se integrarán con el empleo de capitán, escalafonándose a continuación de los que ya ostententaban el empleo de capitán.

  5. En la nueva escala, los tenientes ascenderán en cualquier caso a capitán cumplidos 5 años en el empleo.

  6. Aquellos capitanes que, quedándoles menos de 5 años para el pase obligatorio a la reserva, y que soliciten voluntariamente su pase a esta situación lo harán con el empleo de comandante, siempre que lo soliciten dentro del primer tercio del tiempo que le reste para pasar a la reserva. Conservarán las retribuciones íntegras hasta la fecha de pase a reserva por edad.

  7. A los Oficiales procedentes de la antigua escala única (1998) que por la segregación de las escalas vieron modificadas sus posibilidades de ascenso, con ánimo de reparar el agravio que produjo dicha separación de escalas, a su pase a la situación de reserva por edad se les reconocerá el empleo honorífico superior.

  8. No han de existir complementos formativos como requisito previo a la integración. En los casos en los que, una vez en la nueva escala, se vaya a desempeñar otras funciones esencialmente diferentes a las que se viene ostentando, se requerirá previamente un curso de formación de actualización y reciclaje.

Junta Directiva Nacional AUGC Junta Directiva UO