lunes, 8 de junio de 2009

LA SINERGIA DE LA INTEGRACIÓN DE ESCALAS O LA FÁBULA DEL DESCONCIERTO

Érase una vez una fábula que se pone de ejemplo en las clases más renombradas de gestión de empresas. Eran dos burros atados por una cuerda larga y era que los pesebres de cada uno distaban más, de tal manera que obstinados cada burro tiraba para su lado sin que ninguno consiguiera comer. A esto es a lo que recuerda el desconcertado encuentro del Consejo de la Guardia Civil del día 8 de junio, donde se trataba el asunto estrella: de cómo hacer de cuatros escalas segregadas de oficiales, una. Representante de la escala de oficiales y técnicos, por un lado, y representante de las escalas superiores, por otro, tiraban con todo su ahínco en arrimarse al pesebre, en el sentido figurado, que constituye el escalafón de la nueva escala.
No ha por donde la sinergia de los oficiales este día no implicaba cooperación, ni siquiera conseguir sentar los cimientos para los jefes y mandos que queremos para el futuro inmediato de la Guardia Civil.

La práctica nos demuestra que perseguimos objetivos comunes: oficiales cohesionados, en paz y armonía, preocupados PRINCIPALMENTE por dirigir las necesidades de seguridad pública que tienen nuestros ciudadanos. Pero cada uno tira al pesebre que tiene más cerca, en sentido figurado de nuevo, que el pesebre es el escalafón de la nueva escala.
Nada de vista larga, y mucho menos paso corto. Si ambos son contumaces en el pesebre de su escala, ninguno conseguirá, como dice la ciencia de la gestión, llegar a su objetivo. Sin embargo, la integración puede conseguirse si ambos comen en el mismo pesebre, acercándose primero uno al otro, y después comer en el segundo pesebre, acercándose el otro al uno.
En este sentido, pobre el administrador de los burros, que teniendo zanahorias no puede premiar a unos ni a otros con tremenda fábula de desconciertos.


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