jueves, 30 de abril de 2009

Comunicado de la Comisión de Oficiales

LA COMISIÓN DE OFICIALES DE AUGC NEGOCIARÁ ACTIVAMENTE LAS EXIGENCIAS PARA LA INTEGRACIÓN DE ESCALAS

La Asociación Unificada de Guardias Civiles tiene la oportunidad de trabajar en la mesa de negociación para establecer las normas básicas que regularán al personal del Cuerpo. Para ello presentará unas propuestas propias de una sociedad democrática avanzada. La Comisión de Oficiales de AUGC (AUGC COO) quiere dar un paso adelante en la conquista de los derechos del colectivo de oficiales de la Guardia Civil; un progreso necesario e ineludible, que nos debe llevar a alcanzar un nivel de madurez constitucional equiparable al resto de la Administración Pública de España.

El hecho de negociar no significa que vayamos a rebajar un ápice las exigencias planteadas en nuestro programa electoral al Consejo de la Guardia Civil. Muy al contrario, como mayoría en el Consejo nuestra propuesta de unificación tendrá el máximo esfuerzo y dedicación, porque de ella depende el futuro de todos los miembros del Cuerpo, en general, y de los oficiales de ahora y de los de mañana, en particular.

Vamos a adoptar una postura positiva y constructiva: es bueno para el país simplificar las escalas de la Guardia Civil, consiguiendo maximizar los recursos humanos del Cuerpo. La división en escalas de la oficialidad nunca ha respondido a criterios objetivos de eficacia policial ni de optimización del gasto público. Lo único que ha legitimado esta división de escalas son criterios de permanente discriminación que se ha resuelto en un mar de contenciosos recurrentes.

Nuestra primera impresión es buena. Por primera vez en la historia, los guardias civiles tienen oportunidad de negociar su propio régimen de personal. Hasta ahora sólo opinan altos cargos del Cuerpo, muchas veces inclinados a consideraciones corporativas de escala. El borrador del Anteproyecto de Ley, aunque muy mejorable, está abierto a la discusión y al debate, a la interlocución con sus destinatarios últimos. Y estamos dispuestos a que esas voces se escuchen nítidamente.

Nuestra idea es que un oficial del Cuerpo ha de estar preparado y responder a las expectativas de una sociedad que precisa, cada vez más, una respuesta policial más eficiente y más cercana. Para ello queremos que se prime la preparación de los oficiales que han promocionado desde empleos inferiores, porque han demostrado su trabajo y dedicación continuamente, así como su capacidad de formación permanente al ir superando varios procesos selectivos hasta alcanzar la oficialidad. La nueva escala de oficiales debe reservar el 100 % de sus plazas a promoción propia del Cuerpo y, si no se alcanzará así a subvenir las necesidades, al menos la mayoría. Un acceso directo al grupo de funcionarios del Estado de grupo A no debe sujetarse en el acceso con un título de Bachillerato, a diferencia del resto de funcionarios y policías de acceso directo en el grupo A de la Administración. Por supuesto esa formación ha de ser profesional, la existente hasta ahora con el paso por 2 años de formación militar no aporta beneficio alguno a una sociedad que demanda más seguridad ciudadana.

Entrando en las materias propias del borrador del Anteproyecto de Ley de Personal, resulta incomprensible que se haya articulado la unificación como una adhesión de las demás escalas a la Escala Superior, como si su calificativo no fuera nominal sino sustantivo, es decir, que esa nomenclatura de Superior ha llegado a contaminar su propia esencia. Nadie es superior, todos tenemos algo que aprender y mucho más aquellos que en contadas ocasiones han bajado a la arena de la cotidianeidad.

La unificación, al igual que para los tenientes de la Escala Superior, debe ser aplicable a todos los tenientes del resto de escalas, para no diferir una integración en el tiempo de forma innecesaria y conseguir lo antes posible una escala de oficiales lo más homogénea posible, de tal forma que se hayan olvidado esta última década de permanente discriminación. Nuestra propuesta es clara: los tenientes de todas las escalas han de ser integrados en la nueva de forma simultánea. De forma paralela los alféreces deberían ascender a teniente de forma inmediata, porque este empleo no es propio de profesionales oficiales, sino un rango académico para periodos de formación, es decir, para alumnos de academias militares no-profesionales. Ascenso que ha de ser, previo a la integración del resto de empleos, podemos considerar que con 2 años como mucho de antigüedad se integren como tenientes con la antigüedad que tengan en la escala, pero eso sí, antes de la unificación de los tenientes. Con esta medida prácticamente toda la oficialidad sería integrada desde el primer momento.

No debemos olvidarnos que efectivamente existe una discriminación que se introdujo en 1997, separando por origen, a todos los oficiales. Esta discriminación ha influido en las pésimas promociones que han tenido los oficiales, ya que unas escalas dependen de otras para el ascenso. Por tanto, deberían de ascender a Capitán todo oficial que en un plazo máximo de 6 años desde que ingresaron en la escala de oficiales correspondiente. Medida razonable, en tanto en cuanto en los últimos años los tenientes de la Escala Superior han ascendido a Capitán en menos de 4 años. Entonces, por sentido común, si se quiere construir una escala única, no se puede hacer una integración que desde su inicio introduzca nuevas discriminaciones.

En el borrador se dice que los Tenientes de la Escala Superior se integrarán directamente en la nueva escala, al considerarse que ya tienen un título de grado, ¿firmado por qué Universidad?. En cualquier caso, si admitimos este supuesto, para aquellos oficiales que, por su cuenta, hayan obtenido una titulación universitaria ¿por qué no se ha contemplado esa posibilidad también?.

Los cursos de adaptación se pueden plantear como realizables como los cambios de destino que impliquen cambios de trabajo real, con lo que el curso en lugar de ser un trámite podría servir de curso de actualización y reciclaje, en cualquier caso de capacitación orientado hacia una mejor preparación hacia el nuevo destino. No hay ningún inconveniente para que los actuales oficiales ingresen en la nueva escala sin necesidad de formación, si van a permanecer en su actual puesto de trabajo, para el que están perfectamente capacitados. A no ser que el planteamiento no sea realizar un curso de perfeccionamiento sino una oposición encubierta, que manifieste implícitamente que los oficiales que lo son realmente ahora no lo son.

Una vez compuesta la integración de escalas, se está estudiando como el agilizar los ascensos a Comandantes y Coroneles, compromisos en nuestro programa para el Consejo (se enmendará en el borrador).

Y como evidentemente somos realistas, vemos innecesaria la incorporación de oficiales desde las academias del Ejército, si somos un Cuerpo Policial, no malgastemos años de formación inútil y empleemos esos años a tener mejores oficiales para proteger los derechos y libertades de los ciudadanos. Queremos responder a las demandas de la sociedad con oficiales mejor preparados policialmente y eso incluye valorar en su justa medida la experiencia adquirida haciendo servicios directos en la calle. Porque eso, junto a una formación continua, el esfuerzo profesional y personal de cada uno, mejora la calidad del servicio que la Constitución nos tiene encomendada.

En definitiva, no admitiremos desprecios hacia el reconocimiento de los actuales oficiales y valoraremos positivamente todos los avances que nos sitúen en una nueva escala de oficiales, coherente y justa, para dar mejor servicio a los ciudadanos siempre desde el prisma de la eficacia policial.


COMISIÓN DE OFICIALES-ASOCIACIÓN UNIFICADA DE GUARDIAS CIVILES
Madrid, 30 de abril de 2009

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