viernes, 30 de octubre de 2009

Rumorología. Vol. I

Ya lo decíamos: la joya de la corona, la Ley de Personal ni está ni se la espera. Seguimos esperando un borrador que no llega. Nos sorprende que el grupo parlamentario socialista trate de acelerar el desarrollo de la misma instando al gobierno a que actualicen la legislación de personal de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado para adecuarlos a las nuevas leyes aprobadas, en particular a la ley de personal militar y al Estatuto del empleado público, en las que se regule el desarrollo de la carrera profesional, la formación académica universitaria en el ámbito de Bolonia, los sistemas de selección y formación, así como se continúe el desarrollo de su sistema de derechos y deberes.


Y nos sorprende porque la rémora principal para esa actualización es el mismo gobierno o, para ser más exactos, la cúpula de la Guardia Civil, en tanto en cuanto forma parte del gobierno en su vertiente no política sino administrativa.


Como siempre tratamos de hacer vamos a intentar un ejercicio didáctico. ¿Por qué sucede esta contradicción? Las malas lenguas barajan 2 rumores hipotéticos, pero verosímiles:

  • Ante los nuevos movimientos que va a haber en la cúpula del Cuerpo nadie quiere mover ficha. Quien se posicione a favor de lo que ha salido del consenso con las asociaciones,... malo, porque si cambiamos el gobierno socialdemócrata por otro conservador, ese posicionamiento le habrá colocado como caballo perdedor. Pero si se posiciona en contra de ese consenso,... peor, los años que quedan de legislatura al actual gobierno pueden pasarle factura, ocasionándole que también quede como caballo perdedor.
    Solución: no mover ficha. Quien se mueve no sale en la foto. Parálisis de las reformas que precisa el Cuerpo en función de las veleidades ególatras de una parte del consejo de ancianos que forma la cúpula del Cuerpo .
  • La 2ª hipótesis apunta a que son nuevamente las ambiciones de la ESO las que mantienen esa paralización. El planteamiento sería el siguiente: los miembros de la EO no son muy partidarios de hacer el CACES para el ascenso a Comandante. Estupendo, que no lo hagan, ascenderán a Comandantes sin curso. Ahora bien quien quiera hacer el curso ha de ser licenciado o equivalente (miembro de la ESO) y, sólo quien haga este curso, tendrá posibilidades de ascenso. Resultado tendremos escala única que en realidad serán dos.

Lo cierto es que no resultaría tan maquiavélica esta 2ª hipótesis de ser cierta. Lo maquiavélico es que no se haga con luz y taquígrafos, es decir, que no se convoque nuevamente a las asociaciones o, mejor dicho, al grupo de trabajo ad-hoc y se elabore una hoja de ruta que trate de seleccionar para los cuadros de mando superiores a los mejor preparados. En definitiva un concuro-oposición en el que todos hemos de dar nuestra opinión y que sólo puede salir de un consenso mayoritario.

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