- Finales de agosto: sale un curso de informática militar con 4 plazas para oficiales del Cuerpo. Lo solicitan 1 oficial de la ESO, 1 de la EO y 2 EFT de informática. Cuatro plazas, cuatro aspirantes: lo comido por lo servido.
- Más al final de agosto: ¡hasta ahí podíamos llegar!, parece que clamaron voces desde algún recóndito despacho de veteranos oficiales superiores. ¡No se puede permitir!, sería como abrir la puerta a la chusma (licencia poética que traduce un pensamiento íntimo) lo que por derecho (¿divino?) está reservado a la ESO.
- Principios de septiembre. Dicho y hecho: no se permitió. Una resolución (la del curso) del Ministerio de Defensa se soslaya y modifica a golpe de e-mail corporativo.
- Finales de septiembre. Problema resuelto:
- Graciosamente, se amplia el plazo de admisión de solicitudes (se había cerrado 25 días ha)
- Se permite mandar la instancia telemáticamente (la identidad no es preciso acreditar: que somos de fiar,... unos más que otros)
- Se toca a rebato y se llama telefónicamente a posibles candidatos.
- Condiciones requeridas: ser de la escala superior.
- Pretexto: abrirlo a todas las escalas que debido a ambigüedades en la convocatoria pudieran no haber solicitado. Curiosamente los miembros de la escala superior nunca estuvieron bajo esa posible incertidumbre.
- Resultado. Tres miembros, tres, de la escala superior son llamados a hacer el curso, en detrimento de los 3 oficiales miembros de escalas distintas a la superior que se les echa del curso que habían iniciado, con cajas destempladas, ni siquiera se considera oportuno notificarlo.
- Los removidos del curso trabajan en campos afines al curso solicitado. Los ingresados ni lo hacen, ni probablemente lo harán, pero pueden estar en un momento profesional difícil, a punto de pasar unos meses sin destino y ver reducidos sus ingresos salariales, por lo que algo habrá que hacer para paliarlo, o ¿no?. Y la productividad es preocupante en el Cuerpo sólo a finales de mes.
Por el camino se podría haber quedado el artículo 14 de la CE, aunque si tenemos en cuenta que en su redacción pone que todos somos iguales ante la ley, sin distinción de raza,..., pero, no pone sin distinción de escala ¿verdad?, pues eso,... iguales ante la ley..., pero unos más iguales que otros.
Esas leyes son un poco antiguas, carcas que dirían los modernillos, pero es que también se podrán haber quedado por el camino varios artículos de la L.O. 11/2007, como el artículo 26 "Los miembros de la Guardia Civil tendrán el derecho y, en su caso, el deber de participar en los cursos y en las actividades formativas destinadas a mejorar su capacidad profesional y facilitar su promoción de acuerdo con los criterios objetivos de selección que se establezcan para el acceso a dichas actividades. Estos criterios deberán respetar los principios que regulan la carrera profesional. Entre los que pudiera estar el siguiente: "habrá cursos reservados en función de la escala, mejor dicho del tipo de escala, en el caso que nos ocupa: no todos los oficiales son iguales".
No puede ser de otra forma, porque ya hay un importante volumen de personal que cuando ve un plazo en una resolución se pregunta si es facultativo o preceptivo. Esa incertidumbre ha motivado una enérgica acción legal por parte de AUGC-MADRID.
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