miércoles, 25 de agosto de 2010

La explicación de lo inexplicable

El malestar actual de los Guardias Civiles por una demora de la reforma de Ley de Personal que está produciendo una pérdida de carrera profesional irrecuperable,unido a una pésima jornada laboral que no se quiere abordar con realismo y, por último, una pérdida de poder adquisitivo como consecuencia de la situación económica actual, que ha venido precedida de la falta de voluntad por intentar conseguir una equiparación salarial en los momentos de crecimiento económico se han conjugado para que la desmotivación de los Guardias Civiles alcance unos extremos inéditos. Resultado: una unidad de acción entre las asociaciones profesionales que se traduce en que los miembros de todas las escalas (excepto la escala superior) hayan unido sus esfuerzos para buscar una salida negociada y consensuada.

Hace más de tres años se inició un proceso de modernización jurídica del Cuerpo de la Guardia Civil que se sustentaba en tres pilares básicos: la Ley Orgánica 11/2007 Reguladora de los Derechos y Deberes de los miembros de la Guardia Civil, la Ley Orgánica 12/2007 del Régimen Disciplinario de la Guardia Civil y, por último, la reforma de la Ley 42/1999 de Régimen del Personal del Cuerpo de la Guardia Civil.

Ese proceso está a punto de fracasar definitivamente; se ha quedado en un mero ejercicio de promesas e intenciones que no se ha materializado en ninguna realidad concreta.

Desde la Dirección General de la Guardia Civil se ha trasladado que la reforma de la Ley de Personal de la Guardia Civil se encuentra bloqueada a la espera de que se resuelvan los diferentes contenciosos que ha ocasionado la integración de escalas en las F.A.S.

AUGC junto con otras asociaciones profesionales ha buscado múltiples fórmulas para desbloquear el proceso, pero los destinatarios les han respondido con el más absoluto de los silencios, cuando no con un engaño continuado que ha propiciado un  sentimiento de abandono y falta de implicación institucional en la tareas de modernización del Cuerpo, en general, y en la adaptación al E.E.E.S de una institución tan querida y valorada por la sociedad española, en particular.

La situación actual es insostenible, no puede continuar y se caracteriza por ser:

  • Incongruente. La creación del Centro Universitario de la Guardia Civil para dar cumplimiento a la Ley 39/2007 de la Carrera Militar ha resultado una clara fuente de discriminación. Sólo se está empleando para adaptar los estudios para la obtención de una titulación de grado a los oficiales de la E.S.O. Mientras tanto, los planes de estudios del resto de oficiales no se han adaptado; ni se han previsto fórmulas para que desde ese centro pudieran adquirir esa titulación de la misma forma todos los miembros del Cuerpo. Lo que se traduce en una flagrante vulneración del principio de igualdad dentro de la función pública en general y del artículo 3 de la L. O. 11/2007, en particular.

  • Contradictoria. Por un lado la Ley de la Carrera Militar y los problemas generados en su aplicación en las F.A.S. se emplean como coartadas para no realizar la integración de escalas. Pero, al mismo tiempo, se aplica plenamente para dar cabida a una nueva escala única que es virtual, porque jurídicamente no puede existir hasta que se reforme la ley de personal. La sensación que se transmite al colectivo de oficiales es de falta de interés y voluntad por unificar las Escalas de oficiales. Una sensación que se sustancia en que el Cuerpo de la Guardia Civil atiende mejor a los que no serán guardias civiles hasta dentro de, al menos 5 años, que a los que llevan décadas siéndolo.

  • Discriminatoria. Actualmente se tiene paralizada la ley argumentando cuestiones de inconstitucionalidad (circunscritas, única y exclusivamente, al ámbito de las F.A.S.) por vulneración de los principios de mérito, capacidad e igualdad de los miembros de la E.S.O. La parálisis legislativa preventiva se realiza sobre los siguientes parámetros cuantitativos: la reforma sólo podría afectar de forma directa a unos 200 oficiales de la E.S.O., y no necesariamente de forma negativa. Como contrapartida no se valora, por parte de la Subdirección de Personal, que la no reforma de la ley de personal está ocasionando perjuicio en la carrera profesional a más de 2.000 oficiales (directamente) del resto de escalas y en las aspiraciones profesionales de un porcentaje importante de suboficiales, cabos y guardias. Por lo que la falta de actuación ante la posibilidad no objetiva de perjudicar a 200 guardias civiles hace que se perjudique objetivamente las aspiraciones profesionales de un colectivo de más de 50.000 guardias civiles.

  • No adaptada al ordenamiento jurídico por una posición excesivamente timorata. La Subdirección de Personal, en la práctica, ha bloqueado la reforma de la Ley de personal del Cuerpo como consecuencia de los problemas que ha ocasionado la integración de escalas en las F.A.S. Problemas que la Guardia Civil, sorprendentemente, ha asumido como propios, cuando lo que la Ley de Carrera Militar previene es que la Guardia Civil haga su propia ley, adaptada a sus necesidades y circunstancias. La admisión a trámite de un recurso de inconstitucionalidad en las FAS promueve que la Guardia Civil no realice las reformas jurídicas precisas para cumplir con toda la legalidad (matemática del caos aplicada).

Tal vez en el nuevo grado de la Escala Superior habría que introducir créditos de teología y filosofía. Para qué hacen falta ingenieros si con filósofos hemos llegado hasta aquí.

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