miércoles, 10 de marzo de 2010

Ya se ven los brotes verdes…

Seguro que todos habéis oído esa frase en nuestro pasado reciente. Pues ahora es cierto y, probablemente los brotes verdes somos nosotros.

Para los más jóvenes y para quienes ya lo olvidaron: estamos en la antesala de lo que pasó hace 15 años. Entonces, una crisis económica se saldó con un ajuste cruel. Un ajuste en el que nosotros personalmente lo pagamos muy caro. No sólo retrocedimos, bajando nuestro poder adquisitivo de una forma brutal. Algunos pensarán que como el resto del funcionariado, pero no es cierto. Mientras que los guardias civiles perdíamos muchos puntos de poder adquisitivo, nuestros compañeros de las policías autónomas y muchas locales no.

El resultado fue claro. Las distancias con las policías autónomas crecieron aún más, pero gracias a nuestro sacrificio (como al de otros policías y muchos funcionarios), entre otros sacrificicados, se consiguió acceder a la U.E. en una posición de preeminencia para España.

Hace unos días nos sorprendían con un globo sonda que es un anuncio para navegantes. Probablemente nuevamente la crisis se solucionará socializándola contra los funcionarios. Los compromisos de mantenimiento del gasto social no van con ellos. Y en ese anuncio, a estas horas ya desmentido, subyace una situación amenazante y ahí es donde están los brotes verdes, porque vosotros, porque yo seremos los paganinis de esta crisis, seremos esos brotes… (por algo vamos de verde).

El problema no es sólo que lo paguemos personal y familiarmente, sino que profesionalmente estamos ante la amenaza de repetir la situación de hace unas décadas, sin presupuestos para renovación de material policial, vehículos, naves y aeronaves,… e incluso de gasolina. Nuevamente podemos volver a las patrullas con la cartera de camino, pero, ahora, esta crisis se desarrolla en el siglo XXI y nos asomamos peligrosamente a volver a ver por nuestras carreteras y caminos a las patrullas de la Guardia Civil del siglo XIX (malditas esencias decimonónicas).

Las medidas parecen apuntar a la productividad: adiós amiga, adiós complemento destinado a remunerar a quien no produce, restándole a los demás lo que sí producen, ¿podemos consentirlo? NOOOOO!

Digamos NO!, porque la mayoría de nosotros somos demasiado talluditos para ser los brotes verdes. NO, NO SOMOS BROTES VERDES, SOMOS GENTE QUE, EN MUCHAS OCASIONES, SE LA JUEGA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario