lunes, 11 de enero de 2010

La crisis que nos devolvió a Roldán

El nuevo año nos sorprende con medidas inquietantes. Durante décadas cuando nuestros retoños preguntaban por el significado de nuestras matriculas oficiales, los más socarrones, en un alarde de ingenio poco ingenioso le respondían "Poco Ganamos Compañeros". Ahora los hijos del Cuerpo tendrán razones de peso para creer a sus padres.

Hace décadas un personaje de infausto recuerdo se lo llevó crudo, se llevó el dinero de nuestros huérfanos. Casi 20 años después han decidido que no valía con el dinero de los huérfanos y ahora se llevan también el de los que aún tienen padres. En efecto, a principios de cada año se retribuyen las becas de estudios para los hijos del personal profesional de la Guardia Civil. Unas becas que cuesta obtenerlas, porque el expediente del infante ha de estar impoluto. Y he aquí que, sin aviso previo, este año se han reducido a la mitad, es decir, se van a pagar cantidades que no llegan a cubrir ni la mitad de una matrícula universitaria.

Los más tecnócratas podrían pensar de inmediato: consecuencia directa de la crisis. Pero, es que la salida de esta crisis económica NO se iba a hacer sobre la reducción del gasto social. Pues estas ayudas al estudio, le pese a quien le pese, son gasto social.

Ante esta situación se puede concluir que, o bien tenemos que el espíritu de un Roldán redivivo ha reaparecido, o bien que preparémonos a que hemos de ser los paganos de la crisis.

Y es que si han decidido que el recorte del gasto empieza por el chocolate del loro de unas ayudas sociales, qué nos podemos esperar del gasto realmente importante. Bueno qué nos podemos esperar no, porque las medidas ya están ahí y no parecen muy halagüeñas.

martes, 5 de enero de 2010

Pidamos algo a los Reyes

Seamos o no creyentes las herencias socioculturales de nuestro entorno nos permiten creer. Así que, ¡qué caray!. Pidamos un regalo a los Reyes Magos.

Recién inaugurado el año inquietantes noticias nos asaltan. No satisfechos con que siga existiendo el empleo infame de alférez, alguien, con buen criterio, el suyo propio, ha decidido lo siguiente: como una parte de los oficiales llegan a Capitán con apenas 3 años de servicio y, como estamos en un momento de transición, vamos a hacer que la otra parte, la de los que cuentan con formación y experiencia, CUADRUPLIQUE ese tiempo.

En efecto en las últimas evaluaciones para el ascenso alféreces con más de 4 años de servicio han quedado fuera. No han sido evaluados, por lo que ascenderán a Tenientes con cerca de 6 años, a Capitán con cerca de 12.

Esto no es ya negociable. Esto es una vergüenza. El trabajo para unos, los ascensos para otros.

Indignación y rabia, pero aún tenemos a los de Oriente, pidámosles nuestros deseos:

  • En el nuevo período de sesiones hay que desear que se cumpla lo que salió del parlamento.

    Si así fuera para finales del 2010 podíamos estar iniciando el proceso de integración (soñar es gratis).

  • Como estamos viendo que lo justo es enemigo de lo deseable, hay que ir más allá. Si se emplean subterfugios como la no-evaluación para posponer ascensos en el trámite parlamentario hay que emplear todas las influencias posibles para que la integración no sea de 3 escalas hacia una, sino que las 3 escalas de oficiales trabajadores consigan un justo reconocimiento, es decir, que la integración sea real y que la antigüedad en la escala sea el elemento clave para re-escalafonar a todo el personal.
  • El resto de los deseos es una retahíla cansina:
    • Formación para todos en igualdad.
    • Destinos también en igualdad por méritos y capacidades mensurables.
    • Etc,
  • Por último, si estuviéramos en un concurso de mises, pediríamos la paz mundial. Como no lo estamos pidamos un imposible más inalcanzable: la equiparación salarial, empezando con los nacionales y siguiendo con los autonómicos y locales.